La revista Ruptura nace en marzo de 1949 con la idea de crear un espacio de investigación, debate y análisis, propio del contexto uni-versitario y de sus protagonistas: los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. En ese entonces la bautizaron con el nombre “Revista de la Asociación Escuela de Derecho”.
En 1966, por el contexto nacional y mundial que vivían los estudian-tes de la Facultad de Jurisprudencia, encargados del importantísimo deber de editar y publicar una revista jurídica de manera periódica, deciden cambiar su nombre a RUPTURA por ser, precisamente, la “ruptura contra el desorden legalizado”. Este espacio se volvió, en-tonces, una constante e invaluable fuente de reflexión para el mundo jurídico, social y político.


Hace dos años nació la idea de institucionalizar el proceso editorial de la revista, de modo que siga generando crítica y trascienda en la vida de los estudiantes y de la comunidad jurídica ecuatoriana. Han transcurrido 71 años desde la primera publicación de la revista; con-secuentemente, esta edición sería la sexagésima cuarta; sin embargo, al encontrarnos en una Tercera Época, en la cual predomina nuestro interés por la visualización y difusión de Ruptura a nivel mundial, consideramos a este el tercer número de esta época.


La Revista Ruptura es el patrimonio histórico de la Asociación Es-cuela de Derecho al ser la primera revista jurídica del Ecuador. Se presenta como un aporte a la academia, pues brinda un espacio para que estudiantes, abogados, docentes e investigadores escriban artí-culos desde las ciencias sociales con énfasis en lo jurídico. Ruptura es un proyecto que ha trascendido, que comparte la difusión del pen-samiento crítico, y que tiene ánimos de seguir aportando a la acade-mia jurídica ecuatoriana y mundial.


El contexto en que se publica este número debe ser recordado: al escribirse, editarse, y revisarse esta edición, el Ecuador y el mun-do se encuentran en una pandemia (COVID-19), la cual ha provocado pérdidas significativas para la humanidad. La revista se vuelve un espacio para abandonar nuestra zona de confort y nos impulsa a investigar, imaginar y aportar de manera significativa al estudio y desarolllo de varios ámbitos del Derecho, como los que se presentan en las investigaciones de esta publicación.


La edición de la revista que el lector posee en sus manos es el resul-tado de un año de esfuerzo y compromiso arduo; de aporte colectivo para seguir construyendo espacios de reflexión. Lo fundamental en una universidad es que los estudiantes puedan permanecer en un constante crecimiento intelectual y profesional, por medio de pro-yectos que tienen connotación histórica, pero, sobre todo, que invo-lucran las virtudes de superación y trabajo en equipo.


La publicación de esta edición concluye también un año de trabajo silencioso y abnegado en pos de repotenciar espacios académicos. El Directorio de la Asociación Escuela de Derecho 2020 cree firmemente en una representación estudiantil que provee actividades académicas como un instrumento para construir crítica desde nuestras “trinche-ras” en una interminable lucha contra el desorden legalizado y norma-lizado. Los soldados, nuestros autores, pueden ser personas ordina-rias, pero los ideales que transmiten sus escritos son extraordinarios.


A la postre, exhortamos a las siguientes generaciones el mantener vivo este espacio. Si bien dentro del camino es indudable que encontrarán obstáculos, es la más noble empresa trabajar en equipo y mantener viva la tradición histórica de la Revista Ruptura, y así inmortalizar una publicación que nació de los estudiantes y para los estudiantes.

Publicado: 2021-01-12

Dolo: ¿conocimiento y voluntad?

Francisco Moreno Torres, Gianina Naranjo Rivadeneira

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